sábado, 3 de septiembre de 2011

Desde China con calol


Ni hao! Ya estoy en China!! Llevo poco más de una semana y lo cierto es que, contra todos los pronósticos me está gustando mucho!!
Beijing, aparte de ser la ciudad más requete-mega-grande que he visitado en mi vida, es sobre todo un lugar de contrastes bestiales.
Caminando pasás de las zonas de mega avenidas de 8 carriles (con sus respectivos mega carriles bici) flanqueadas por edificios modernosos, a los hutons, los barrios tradicionales con callejuelas tortuosas, en los que es una gozada perderse para ir descubriendo de repente grupitos de gente jugando al mahjong, viejitos dándole de comer a sus pajaritos, o simplemente patiecitos cochambrosos atiborrados de las cosas más estrambóticas.


 Los contrastes gastronómicos también son tremendos! Mientras que en muchos lugares se ve cómo cocinan vísceras, patas de gallo, pato laqueado (está de rechupete!) y miles de platos a cual más tentador (y la mayoría de las veces picantísimo) en la acera de enfrente normalmente se ven tiendas con pilas y pilas de chuches sintéticos envueltos de la manera más ostentosa posible, que junto con las comidas precocinadas como unos noodles de bote, a los que se le echa agua caliente y están listos, son las delicias de las nuevas generaciones.
Yo la verdad no entiendo cómo ellos pueden sobrevivir sin volverse locos en el medio de esta vorágine de modernidad que parece que se lo come todo acá. Pero los chinos no, van tan tranquilos, con la camiseta levantada rascándose la pancha, y escupiendo por doquier, como si nada.

 Siguiendo con la composición de lugar, lo del título no era broma. Hace un calor tremendooooo, de esos pegajosos, que cuando salís de la ducha a los 2 segundos ya estás toda enganchosa otra vez y no valió para nada. Y si a eso le suman la contaminación, que se traduce en una especie de cortina gris y brumosa que lo cubre todo, pues digamos que son los dos contra más grandes que le encuentro yo a la capital (junto con las dimensiones, que son inabarcables).

Pero de momento yo me quedo con los pros, que en esta temporada encuentro que empiezan a la tardecita. Cuando parece que baja un poco la calor (aunque no demasiado) se montan chiringuitos de brochetas a la brasa y la gente se reúne en terrazas improvisadas a comer y charlar, el ambiente nocturno del huton mola! Y el otro lugar clave son las plazas, donde de repente se empiezan a juntar señoras, cuelgan sus bolsitos en los árboles cercanos y se ponen a bailar una coreografía todas juntas, al compás de un radio casete. Y mas allá toca una bandita en directo, y el parque se transforma en un salón de baile al aire libre. Y ver eso es fabuloso!! parece que estás dentro de una peli todo el rato!!

En el apartado de los recorridos que se dirían netamente turísticos, debo decir que el tema templos me decepcionó bastante, la arquitectura se me hizo un poco repetitiva y la otra cuestión es que hay tanta gente en todos los lados, que agobia un montonazo (es que es la época de las vacaciones de ellos, que como saben no son pocos!). Lo más sorprendente que me pasó fue que en el medio de la marea humana que supone visitar la Ciudad Prohibida, va y me encuentro a una colega de la Cooperativa (Maite Etcheto) y su pareja, una locura!!





Pero lo mejor que hice en plan turista fue la Gran Muralla. Resulta que se pueden ver varios trozos, pero los chicos con los que ando (que me reencontré con parte de los chicos del tour!) cuando yo llegué ya tenían localizada una ruta para ir a una zona que está a unos 100kms, Jinshanlin, y hacer un trekking por ahí. Legamos de tardecita, lo cual ya hizo que casi no hubiera gente, pero lo guay fue que nos quedamos a dormir en la muralla!! Sííí!! en una torreta de las que jalonan el camino, una pasada! Porque realmente cuando empezó a salir el sol y me levanté y vi que estaba donde estaba, es que es de no creer!! Hay muchas partes restauradas pero aun así el paisaje era hermoso.


Y bueno, esas son las aventuras de los primeros días chinescos. Ahora acabamos de llegar a Xi'an, la verdad daba ganas de quedarse en Beijing, porque una semana sabe a poco, hay miles de cosas para ver. Pero queríamos huir un poco del calor, aunque acá creo que hace el mismo, o más!!

Por cierto, como verán volví a los mails, y es que en China el blogger es de las cosas que están capadas (como facebook, youtoube..) así que no puedo acceder. He hecho mi primer álbum en flickr que espero puedan ver y enviaré en un link a continuación (si me aclaro cómo hacerlo!).

Fecha real en Beijing: del 6 al 12 de agosto de 2011

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