domingo, 16 de septiembre de 2012

Tiempo: to be or not to be

 
"Nosotros somos el tiempo" me dijeron hace poco y sigo dándole vueltas a la idea.
No tanto porque me preocupe su paso (¿mis pasos?) ahora que acabo de cumplir 34 primaveras, sino porque nunca dejará de admirarme su elasticidad, su capacidad de plegarse de formas insospechadas dependiendo del momento. 
Y no es que crea que tenga yo esas cualidades fabulosas pero si que en ciertos momentos como esta tarde de domingo repasando cosas de mi pasado "reciente" algunas parecen espejismos salidos de las Mil y Una Noches.
Búhos desplegando sus alas recién estrenadas, asombrados de su novedosa libertad; barro por doquier mientras construíamos casas de tortugas; baños nocturnos con noctilucas que nos sonreían desde el agua; una casita blanca coronada por una estatua gatuna y banda sonora de rebuznos de los burros vecinos.. ¿Un mes como mucho de todo esto? Menos, sin duda. Pero desde mi acá y ahora parece definitivamente increíble.


bichos del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre: abajo las casitas nuevas para las tortugas y Fausto, el líder indiscutible de la troupe tortuguil!
 Arriba los búhos expectantes en su día de liberación, aunque sus miradas uno no sepa bien lo que quieren decir! Abajo desde donde despegaron vuelo..


 Acá ya ni se los ve! Ya sé que creen que exagero pero les aseguro que ver esto es de lo más emocionante que hice..

Ahora de repente, como en las óperas, la escenografía cambió radicalmente: donde había un mar con reflejos dorados hay el cauce de un río semi-seco, las casas encaladas dieron paso a las de piedra, los acebuches retorcidos a una devesa de plátanos altísimos, y en lugar de carreteritas sinuosas  hay puentes por doquier. Las que siguen impasibles, como siempre, son las iglesias.
¡Benvinguts a Girona!
Los actores también mutaron: tengo jefes, compañeros y una oficina con horarios que cumplir, un compi de piso belga al que voy conociendo poc a poc y que no deja de sorprenderme, y antiguos conocidos que me encuentro en lugares que parecen fuera de lugar, valga la redundancia.
Mi vida rebosará de teatro por unos meses, con lo cual lo irreal será real o viceversa, y entonces no sé si tendré tiempo de darme cuenta de nada, de que otra vez  empiezo todo: casa, curro, gente.
El tiempo pasa, yo paso. Solo me pregunto si volverá a llegar el momento que en lugar de pasar, me quede en un lugar. ¿O este semi-nomadismo me conquistará para siempre? ninuninu

Los dejo con mi burrito favorito, de momento no tengo fotos gironinas porque esto de currar no me deja tiempo pa los vicios, pero todo llegará!