domingo, 14 de octubre de 2012

Otoño teatral

Llueve en Girona y yo estoy a un rato de irme al teatro. Es el segundo fin de semana de festival.
Las gotas que caen me transportan al pasado otoño japonés y vuelvo a ver el impresionante color del cielo antes del tifón, los bambúes moviéndonse... ayyyyy la nostalgia ¡qué mala es!! 
Pero acá y ahora es el teatro. Mucho y bien variado. Y no será un tifón asiático, no ¡pero remueve bastante!

Arrancamos la semana pasada con un MacBeth que a pocos días del estreno perdió de repente sus vocales, quedándose en un pelado MCBTH, último paso hacia su definitiva introversión. Suerte que había aprovechado para leerme la obra, pero ni aún así pude saborearla como esperaba. El universo de Rigola está fuera de mi comprensión (de momento!). De todas formas daba igual porque para mi era el pistoletazo de salida de un festival que estaba deseosa que empezara a materializarse. 
Al día siguiente me tocaba una argentina.. La primera obra en agotar entradas de todo el festival (todo sea dicho: programada en una sala pequeña) llamada Los Talentos. Buenos actores, un texto plagado de referencias literarias y un despliegue del savoir faire argento hilvanando diálogos frescos y ocurrentes, que como descubrí hacen las delicias del público gironí.
Al tercer día el rumbo cambió radicalmente y casi sin darme cuenta me subí al vapor que surcaba el río Congo, de la mano del texto de Conrad El corazón de las tinieblas, absolutamente hipnotizada por un actor belga que solo ante el peligro nos relataba su infructuosa búsqueda del Sr Kurtz, solo acompañado de pantallas que nos sumían poco a poco en la densidad de la selva. Y acá me saco el sombrero porque debo decir que fascinar a un público que tiene que leer subtítulos durante casi 2 horas porque la obra está en neerlandés ¡no es moco de pavo!

Comida dominguera mediante entré en un mundo de violencia y amores truncados. Incendis: versión catalana de mi querido Oriol Broggi de un drama de horrores de guerra del libanés-canadiense Wajdi Mouawad. Otro mundo, un puñado de actores que saltaban de una generación a otra y de un personaje a otro ágiles como gacelas. La emoción del público que sostuvo un aplauso largo y de pie no dejó de sorprenderme. Es buena, vale, pero ¿taaanto? A mi su Cyrano me gustó mil veces más, y nadie la aplaudió con ese fervor..  No quiero sacar una conclusión simplista de que a la gente le encanta el melodrama alla griega, pero no sé qué pensar..

Para rematar ese primer round me tocó lidiar con el primer combate del II Torneo de Dramatúrgia Catalana. Una cosa que se inventaron el año pasado y tuvo tanto éxito que este año empezaron a sala llena. Dos textos encargados siguiendo unas líneas concretas a dos dramaturgos catalanes, de diferentes hornadas. Dos actores x texto, que no pueden conocer al dramaturgo hasta el mismo día del combate y con el que tendrán escasas 3 horas para preparar su lucha. El público ve por la módica suma de 1€ los dos pases sin saber de qué autor es cada texto y luego vota su favorito, que así pasará a la semifinal, y de ahí con suerte a cenar al Celler de Can Roca, el premio del ganador de la final. Otra vez quedé sorprendida por la reacción del público, que parecía deseoso de sangre y votación aniquiladora.

Y así quedé medio zumbada entre tanto traqueteo escénico.. Mis sueños nocturnos se multiplicaron y enrocaron de manera increíble, y la sensación de irrealidad se agudizó por el hecho de tener fiesta entre semana (aunque reconozco que poder ir a comprar al mercado y que no hayan multitudes ¡es un luju!).

....

Tengo la extraña sensación de que aun habiendo pasado de moverme entre países primero, después dentro de una islita de 45 kms de ancho, y ahora solo pedaleando entre 5 recintos de Girona y Salt, sigo viajando.
¿O tal vez sea simplemente una estratagema mental para no caer en la rutina gris y su tendencia devoradora de toda chispa de curiosidad? No lo sé, pero tal vez también por eso mismo sigo escribiendo.

2 comentarios:

  1. Siempre es un placer leerte con esa vivacidad y creatividad que mata!!!!!
    Què bueno que puedas reflexionar sobre tu trabajo, por lo que se ve no te ha devorado como suele suceder con las actividades cotidianas que no sólo como vos decìs son rutina sino que decididamente te DEVORAN...
    Gracias por compartir estos maravillosos "vivires"!!!!

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  2. Luz,

    La palpitación existencial de un espíritu abierto a todos los vientos de la realidad que refleja el incombustible relato de tus apuntes y vértigos personales nos deja una estela de exilio y pena por tu ausencia.

    Lo que se le negó al pobre Moisés, allá en el monte Sinaí, cuando solo pudo contemplar una zarza ardiente, se nos ha otorgado a nosotros, gracias a la maravillosa fecundidad de tu blog.

    Creo no ser el único en afirmar que tu relato tiene la ejemplaridad de una parábola que revela como el deseo de vivir en el feliz vértigo de lo inaudito hace soñar a todos tus lectores bajo el peso de una acupuntura de estrellas en la piel.

    Gracias Luz.

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