jueves, 24 de abril de 2014

Back from paradise?: sobre la inversión cultural en Francia vs la triste realidad ibérica


Recién llegada de mi particular tour de France sigo pensando en lo curioso de las derivas de dos países tan cercanos.
Montpellier está a a escasas 2 horas y 20 en AVE de Girona, a 340 kms de BCN si vamos en coche, pero ¿ a cuántos millones de años luz de la política cultural española?? No lo sé. .. ¡pero muchos, sin duda!!

Retrocedo una semana y los pongo en antecedentes: el lunes pasado me fui a Montpellier a currar como voluntaria en un encuentro de programadores de una asociación internacional de artes escénicas contemporáneas (IETM), que se enganchaba con un festival de una noche, la ZAT, que era realmente lo que me interesaba ver.
El objetivo global era hacer contactos y ver un poco qué se cocía en el mundo de la cultura francés para un posible exilio estacional dada la realidad laboral española actual. 
Montpellier a priori (y a posterior también) me parecía una ciudad agradable para vivir y de una medida más que aceptable teniendo en cuenta a lo que me he acostumbrado ahora (Girona = 100.000 habitantes).Y el queso francés, ya se sabe ¡me tiene subyugada!!

algo del street art de la ville..



Así que me planté en el Hotel de Ville (ayuntamiento franchute) donde mi contacto trabaja.
Ya nomás el edificio, nuevecito, diseñado por Jean Nouvel y "ecológico" según dicen, impresiona. Pero más allá de la cáscara, la cosa se pone interesante cuando te empiezan a presentar a la gente del área de Cultura: el equipo de la feria del libro, el equipo que lleva artes visuales, el equipo del festival de cine, la zona ZAT.. ¿cuánta gente trabajaba ahí en total? No lo sé, pero había actividades absolutamente a lo largo de todo el año. Si sobraban o faltaban personas no tengo idea, parecían muy ocupados todos, eso si.
Y tengan en cuenta que eso es SOLO lo que se gestiona desde el ayuntamiento, que luego están los Centros Dramáticos que se llevan desde el Ministerio, parte de los museos que son gestionados por la "Agglomération" (algo así como la institución que lleva el conjunto de la ciudades de la periferia), los grandes festivales como el Montpellier Danse que los llevan otras asociaciones específicas.
En fin, muuuucha infraestructura para las actividades culturales pagadas por el estado de la Liberté, Egalité et Fraternité...

2 tops de la modernité montpellerenca: el Hotel de Ville y el tram que mi madre adora, diseñado por Christian Lacroix








De hecho, el congreso este al que iba era un ejemplo más. Porque no es que la IETM elija una ciudad al azar para realizar sus sesiones plenarias, nooooo. Las ciudades que quieran acojerlo tienen que postularse, proponiendo un suculento budget de apoyo para gestionar el evento. Again: looooots of money.

Sede del IETM: la Panacée


Aceite de rosas para promocionar Sofia, la próxima sede del IETM..


Pero bue, me centro en la ZAT que ¿por qué me parecía tan interesante?
De entrada el planteo no tiene nada que ver con los festis en los que yo trabajé, y es que en realidad no es un festival propiamente dicho.
ZAT quiere decir "Zone artistique temporaire" y la coletilla es "pour explorer l'imaginaire urbaine". En la práctica: un encuentro cuyo objetivo principal es descubrir diversos espacios de la ciudad, convirtiéndolos en aparador y lugar de intercambio de experiencias culturales.
Su director artístico, Pascal LeBrun-Cordier, un coquito -aparte de super agradable- profe de la Sorbona y director de un Máster de Proyectos Culturales en Espacios Públicos,  lo primero que hace es salir a patearse la city para decidir qué barrio elegir. 
Ya llevan 8 ediciones, se hacen 2 por año -una en primavera y otra en otoño- y la duración como proyecto también es temporal, del 2010 al 2020.
Una vez elegido el contexto, se programa entonces el contenido cultural, siempre en función al marco.
En esta edición se innovaba porque era la primera vez que se decidía hacer una ZAT nocturna, empezando a las 20h y acabando a las 7 de la matina. El lugar elegido era un parque en el barrio de Malbosc, un barrio nuevo de las afueras, con un inmenso pulmón verde con huertas urbanas incluidas.
El leit motiv de la programación fue entonces "nature, nocturne, sous les etoiles et a peu du feu".  ¿Se entiende más por qué me molaba, no?? jeje

Pascal presentando la ZAT 
Abajo el área de picnic, taaaaan francés!!




Empezando a encender la iluminación nocturna

Los grandes actores elegidos fueron la cia Carabosse, especializada en instalaciones con fuego que uno se iba encontrando en las diferentes áreas ("praires") del parque: flores de hierro que se abrían y cerraban, equilibristas, corredores, pageses regando sus huertitas, todos en hierro y con su debido toque fueguil. 
La más poética para mi era la "Prairie de Marcels". Incautos los que piensen como yo que que Marcel era un señor! Pues no. Es la típica camiseta sin mangas blanca, interior, de agüelo pa entendernos.
Cantidad de "marcels" decoraban un prado, colgadas de perchas y con un fuego en el interior, que les daba un toque surrealista-cotidiano hermoso! Mis fotos, por cierto, no les hacen justicia..

Algo de los Carabosse, iba sin trípode como se puede apreciar..






Luego había el "Praire des sons", con tumbonas y auriculares donde pasaban postales sonoras de la cuales no entendías ni jota (era un viaje al mundo inuit) pero no importaba, porque sonaba todo tan absolutamente real que tuve que darme vuelta varias veces para chequear que realmente el sonido no venía de afuera!! Estaba grabado con noséqué sistema last generation 3D que parecía que los tenías ahí nomás.
Luego había zonas donde se contaban cuentos; el área de huertos cooperativos donde la gente que los gestionaba hacía visitas y charlas; una zona de astronomía,  aparte del típico escenario grande con conciertos y actuaciones diversas. 
Grata sorpresa fue ver programado a un catalán que conocía del Temporada Alta, Jordi Galí, con su espectáculo "Cielo", entre cuerdas y troncos de pino. Muy a tono con la temática, claro.

 La expo "La nuit, tous les chats sont gris?" Felinos escondidos en los lugares más inesperados!




 Jordi Galí y sus cielo particular..


 Los más marcianos: François Chaignaud et Jerôme Marin, "sous l'ombrelle"
Más allá de la programación en si, la organización impecable: un equipo técnico y de producción de 80 personas (2 turnos de 40, claro, duraba toda la noche y no podían hacerlos currar 24 horas!!), con bicis para ir de un lugar a otro; informadores en cada espacio (2 x área, no voluntarios sino funcionarios que cobraban sus debidas horas extras), espacios de acogida de programadores, transporte público extra funcionando toda la noche, área de cátering gestionada por diferentes asociaciones del barrio (se abría un concurso desde el ayuntamiento y les puedo asegurar que las mujeres magrebíes que vendían samosas humeantes dudo que hayan "untado" a ningún político para ganarse un stand.. ). En fin, another world.

Y todo esto: de gratis. En una ciudad de 450.000 habitantes...
Inclusión social, propuestas para diferentes targets, cultura al alcance de todos ... ¿Igualito que acá, no??

La pregunta es ¿llegará a durar hasta el 2020 teniendo en cuenta el viraje a la derecha del gobierno francés y la política de austeridad europea? No lo sé pero de momento .... ¡¡ qué aprovechen!!! 

Yo por mi parte, gracias a mi irrebatible incoherencia y aún contra la aplastante goleada del mundo cultural franchute, he vuelto decidida a quedarme acá, en Girona, donde me siento cada vez más en mi casa.
No tendremos los presupuestos galos pero en el Mercat del Lleó hay una fromagerie de qualité así que de momento, visc..a Girona!!