lunes, 28 de diciembre de 2015

De vuelta en Asia!

Si. He vuelto. 4 anyos después de mi último viaje por estos lares, otra vez estoy en Asia. Podría decirse casi que es mi continente favorito, un lugar en el que siempre me siento bien a pesar de las mil y una diferencias culturales, o quizá justamente por eso? En cualquier caso, estoy a gustito!

Después de pasar por Roma y Abu Dhabi (cheap flight=long flight!) llegué a un Bangkok que otra vez será visto y no visto, porque aterricé casi de noche y me fui la manyana siguiente para acabar el viaje por tierra hacia mi destino final: Camboya.
Reconozco que sin los aviones no sería nada yo, pero comparado con los insulsos aeropuertos que solo varían en detalles como aceite de oliva vs. dátiles en el DutyFreeShop, viajar por tierra viendo las gentes y las cosas no tiene precio! Aunque en este caso en concreto mi recorrido Bangkok-Siem Reap si lo tuvo...

Como no quería estresarme negociando nomás llegada y sabía que la frontera más concurrida para cruzar era un poco pesada, rompí el chanchito y pagué un "bus directo". Uno de esos donde solo van guiris, que básicamente me aseguraba no tener que cambiar transporte en la frontera y me evitaba el negociar con los que hacen trapicheos.  O eso creía!!
Porque una vez arriba, aunque la de la agencia me había jurado y rejurado que el bus se esperaba mientras yo hiciera los papeles (tenía que hacer el visado camboyano) como a medio camino los del bus me dicen que no, que ellos no me pueden asegurar la espera....!!! Pero eso si, se ofrecen amablemente a hacerme los trámites ellos (para facilitarme la existencia, por supuesto) por un precio irrisorio.. Pero para los que sabíamos lo que valía la visa, suponía 10$ más!! Esto me dejó a cuadros no solo a mi, claro, sino a la mitad del bus que venía como yo sin visado..
Ahora si, ya sé que están pensando "10 dólares no es nada.." Pero para lo que valen las cosas acá era un robo!!  Estaba en el bus de la mafia organizada sin saberlo, vamos..
Pasé de la indignación a la resignación el tiempo que tardé en valorar que ante el palo de quedarme tirada en la frontera, mejor me dejaba timar..
Realmente, lo más impresionante de todo es que es la primera vez en mi vida que cruzo una frontera sin bajarme de un bus. Los changos se llevaron todos los pasaportes y nos los devolvieron con visa y sellito de entrada, sin que nadie nos viera las caripelas!! Eso si,  irónicamente abundan los carteles contra la trata de personas..

Escenas de  cruce de frontera..


  
El WC a nuestra disposición estaba dentro de un casino, flipante...
 

Y ya para rematar, por el camino se nos quedó tirado el bus.. bingo!!
Igual sinceramente este momento me hizo gracia, imaginen la estampa de un atajo de guiris blancuzcos vagueando en medio de una carretera mientras el autobusero arreglaba el motor, digno de verse!!

Ahí dice clarito donde estábamos!

 un clásico internacional: 1 trabaja y 4 miran

Por fin, casi 10 horas después de haber salido de Bangkok, llegué a mi primera ciudad camboyana, Siem Reap. Campamento base para visitar los archifamosos Templos de Angkor.
Luego de instalarme me reconocilié con el mundo cenando en uno de los millones de puestitos callejeros un revueltito de esos con verduras rarunas y fideos camboyanos y un zumito de mango de postre que estaba deliciosamente fresquito.. Tratamiento de choque para que mi estómago entienda de buenas a primeras que cambiamos modus operandi alimentario por un mesecito y que no se me queje!!

El día siguiente me lo tomé öff, que al fin y al cabo estoy de vacaciones, oiga. Y me dediqué a vaguear por la city, husmear en el mercado y echar un ojo por alguna pagoda moderna.

El mercado viejo, saltando la parte de souvenirs, el resto es verídico!

 
 esto no sé qué es pero ya lo probaré!


 
Creo firmemente que las moscas son lo que le da el saborcito a las sopas de acá, nyam!

Lo cierto es que Siem Reap no tiene excesiva gracia, más que nada porque tiene excesivos turistas!! Que hacen como siempre que la ciudad se adapte a ellos.. En fin, el eterno dilema del viajero que espera que al resto del mundo no le guste viajar como a él...

Siem Reap at night: definitely not my style..

Ahora ya estoy a tope en mood exploradora de templos, pero lo dejo para el siguiente post porque dan para mucho!!
 
 
mis favoritos: los budas discotequeros!!

martes, 3 de febrero de 2015

TA en BA

Hacía mucho calor, pero mucho. Las quilmes heladas entraban como agua. Estábamos en Boedo, barrio del tango y también de Timbre4 , la casa madre de las producciones de Claudio Tolcachir.
Y durante dos semanas, la sede del Temporada Alta en versión porteña.


¿Saben cuando se cruzan a alguien por la calle que fuera de contexto no logran ubicar? Y cuesta un rato hasta que te cae la ficha y decís "ahhh, pero si es fulano!"
Mi sensación era así, igualita, de extrañamiento total, de no lograr hacer cuadrar la gente con el lugar con el concepto con el idioma. Nada encajaba.

Lobby veraniego

Y es que hablar catalán en Buenos Aires con Narcís...
Ver un Non Solum donde el fontanero en pelotas pasa a ser el plomero desnudo...
Comer milanesas a la napolitana en San Telmo con mi actor predilectísimo...
¡¡Hacer un Temporada Alta en tirantes y sandalias!!!!! 
Si me lo cuentan antes, en serio que no me lo creo.

Eso sin contar con la visión de acomodadores vestidos de socorristas, de piscinitas de plástico llenas de cervezas de cortesía que se entregaban antes de entrar al show, pa' entrar con más ganas, vamos (costumbre a exportar!)
Una inauguración con muuuy bajo nivel de estress comparada con la otoñal, vamos.

La impagable pelopincho de cervezas! 
  
El acomodador-socorrista (Helens, yo creo que visto lo visto tenés que replantear el look de tu equipo!!)

Pasados los días y asumida la situación, realmente la experiencia de ver cómo funciona todo del lado de acá fue brutal. El equipo de Timbre es chiquito y multitask, pero tremendamente eficiente y simpático a más no poder.
El público hasta ahora quedó encantado con las obras, y los actores por su parte, enamorados de la calidez con que eran recibidos.

Y es que vale, aceptémoslo, los argentinos no seremos los mejores gobernando un país.. pero como público teatral... ¡¡somos lo más!!!


El equipo porteño-català!



lunes, 2 de febrero de 2015

Bahia y la alegría


Carnaval y fútbol, playas y favelas, Caetano y Amado.. pero ante todo alegría es la primera palabra que se me viene a la cabeza si pienso en Brasil.
Este país inmenso que está "acá al lado" era para mi hasta ahora un gran desconocido. Primero porque el concepto de cercanía en América es bien diferente al europeo -unos 650 kms hasta la frontera más cercana-  y segundo porque en mis épocas adolescentes, entre el escaso presupuesto y el ansia de pueblos originarios, las mecas siempre fueron Bolivia y Perú, como muuucho el norte de Chile.
A Brasil se lo veía como un destino de ricos tomando caipirinhas panza al sol, cosa que en aquel entonces no me parecía seductora..

Pelourinho, plaza central
Felizmente, hace un par de semanas se rompió por fin la veda brasileira y convidada por mi mai hice vacaciones al cubo.
Avión gracias, surcamos los 4.300 kms. que nos distanciaban de la perla nordestina: San Salvador de Bahia, la mítica primera capital brasileira. Tierra generosa en poetas, músicos y escritores; adoradora de orixás de nombres tan seductores como Iemanjá, Exú, Burukú, Logum.. Culturalmente, riquísima.

 
Jugadores de dominó, por suerte de las pocas cosas no a la venta en el casco histórico..

No sé por qué yo venía con la idea que Bahia era chiquita, caminable; que con los 6 días que teníamos nos sobraría. Pero nomás llegar y agarrar una autovía de 6 carriles presentí que lo de ir a pie a todos lados iba a ser algo así como una utopía.
De todas formas, impregnadas ya del ritmo tranquilón pero siempre positivo de los bahianos, nos dispusimos a recorrer hasta donde las piernas nos dieran.

Vistas desde Rio Vermelho

El primer día lo dedicamos a hacer una exploración del Pelourinho, el archifamoso barrio histórico. Según los autóctonos, el casco antiguo mais grande de toda latinoamérica (¡¡y no lo dudo!!). Callejuelas empedradas que suben y bajan, salpicadas de casitas coloniales pintadas con colores vivos, museos variopintos y una seguidilla infinita de tiendas de artesanías, bares y restaurantes para satisfacer todas las necesidades del turista actual (wifi included).

 vistas del Pelô
Cuando la ciudad se fundó allá por el 1550, el centro se construyó por razones defensivas en la parte alta a  unos 80 mts encima de la costa. En una de sus plazas estaba situada la picota, elemento infaltable para tener a raya a la población local y del cual deriva el nombre del barrio: pilori es picota en francés según nos explicaron, y de ahí a Pelourinho hubo un pasinho. Ahora, el por qué deriva del francés en lugar del portugués, es un misterio todavía...
En los años ´50 la zona había devenido en gueto marginal, territorio de putas y maleantes. Pero pasadas las dictaduras, y gracias el nunca bien ponderado aval de la Unesco, en los ´80 entró en un proceso de rehabilitación pro-industria turística.
Que en el camino a muchos de los vecinos de toda la vida se los haya invitado a irse para no desentonar con la mise en scene colonial es un detalle..
Lo cierto es que ha quedado innegablemente lindo, pero también debo decir que me hubiera encantado verlo con sus putas tomando agüita de coco repatingadas en el vano de una puerta, a la espera de clientes. Y es que ahorita a los únicos que se ve en esa postura es a los miembros de la ubicua Policía Militar, resguardadora oficial de todas las zonas turísticamente apetecibles.


Arriba de todo, Egreja de Bom Viagem. Abajo, claustro de la Egreja de San Francisco

La herramienta de Jorge Amado

Pero los colonizadores portugueses no solo dejaron lindas casitas, maravillosas iglesias azulejadas y elevadores. Por suerte o desgracia, introdujeron la materia prima fundamental que conformaría la esencia de la cultura bahiana: los esclavos.
A diferencia de otros lados de Brasil donde venían de Angola o Mozambique, los esclavos que acá fueron a dar eran mayoritariamente del golfo de Benin. Sus ritos yorubas mixturados con la tradición católica fueron la masa madre de cosas tan fabulosas como el candomblé (la religión afro-brasileira que practica gran parte de la población bahiana), la capoeira, instrumentos y ritmos musicales y, last but not least.. la deliciosamente sabrosinha comida bahiana.

 Preparando a Iemanjá para su fiesta del 2 de febrero.

 
Cintas de oración para Nosso Senhor do Bonfim










Muestra callejera de alumnos de la escuela Olodum

Como se podían imaginar, el apartado gastronómico no podía fallar.
Y acá la "prota" es sin duda alguna la moqueca, el mestizaje hecho cazuela. Unión armoniosa de continentes: leche de coco y aceite de dendé de África, mariscos y verduras alla europea & farofa (harina de tapioca) americana. Resultado: ¡¡deliiiicia!!! Luego solo hay que asumir que la digestión va a ritmo tropical, pero ciertos manjares vienen con luchas gástricas incluidas, c'est la vie!
Su par de rua, igual de sabroso pero más peleón, es el acarajé. Una especie de buñuelo hecho con harina de una variedad de feijaos, frito en aceite de palma y relleno al gusto del consumidor con diversas salsitas a escoger: picantes, verdurosas, camaronianas o farináceas. Vendido siempre en puestos callejeros por exuberantes mujeres vestidas integramente en blanco que son todo un icono de la ciudad.


 
El básico playero: quesito tostado con especies y agüita de coco..

Praia de Itapuá, inmortalizada por Vinicius de Moraes (que está abajo con mi mai)

Y si, lo sé Ander (si has conseguido llegar hasta acá) me extiendo hasta el infinito.. Pero sería raro escribiendo sobre Brasil no decir nada de las playas ¿no?
De las que había en la llamada Ruta de los Coqueiros, siguiendo el litoral hacia el norte, nos quedamos con  Praia do Forte. Más que por la transparencia o la temperatura del agua, por la visita que hicimos a un centro de conservación de tortugas marinas que lleva más de 30 años funcionando, excelente ejemplo de proyecto medioambiental con alta implicación de la población local. Interesados en el naturalismo, para más info ir a Proyecto Tamar.

Probamos más playukis pero realmente ¿qué puedo explicar de un chapuzón atlántico? Realmente si hay algo en lo que me siento apátrida al 100% es en cuestión de mares.. ¡Adoro al Mediterráneo! (aunque el agua sea fría, si!)
Y también debo reconocer que no puedo negar más la evidencia de que me hago mayor: ahorita lo de la caipirinha panza al sol..  ¡¡me encanta!!!





viernes, 9 de enero de 2015

Buenos Aires: el yin y el yan de los reencuentros

Se levanta viento, huele a agua, está por caer.. Las lluvias del lado de acá siempre me parecieron unas hembras poderosas, decididas, de esas que cuando empiezan algo no hay quien las pare.
Pero ahora hasta eso cambió, Buenos Aires climatológicamente se está acercando al ritmo de un país tropical. Las lluvias son cortas, monzónicas casi. ¿O será que están haciéndose desear y cuando menos lo espere se desatará un tormentón de esos que recuerdo de chica, que regaban de chapas y ramas las calles del barrio?
Veremos, todavía tengo una punta de días por estos lares..

Escribir otra vez desde el lado de acá, desde este Buenos Aires de clima errático, se me hace harto difícil. Y es que lograr desentrañar mis sentires después de tantos años de vivir afuera no es tarea fácil.
Yo cambié, el país cambió, y cierto es que no hay como vivir la cotidianidad de un lugar para poder entender el devenir de sus acontecimientos. Aunque a veces una mirada imparcial venida de afuera puede dar respuestas más certeras, está visto que no es mi caso.. La ligazón a pesar de los 14 años de Catalunya como campamento base sigue existiendo.

Volver a ver familia y amigos, revivir una parte de mi existencia que me parece la prehistoria ya -exagero, siii-, me enfrenta siempre a la reflexión de cómo hubieran sido las cosas si me hubiera quedado, a repasar lo hecho y lo obviado, a profetizar cómo me sentiría si volviera... Meditaciones de jardín avaladas por este calor que desestima cualquier salida hasta las horas de la tarde, y mechadas por lecturas de la inacabable biblioteca materna y las charlas varias acompañadas de mate y facturas. Pequeños placeres en este bunker verde en el que se ha convertido mi casa de la infancia.

Releo el post que hice hace casi 3 años, la última vez que me quedé un largo tiempo, y veo que las impresiones generales que llevo teniendo esta vuelta han variado poco, más bien se han agudizado.
La política cada vez más es parte indisociabe del ser argentino. O como mínimo hablar de, despotricar porque o gritar sobre.
Las posiciones se radicalizan, para evitar conflictos hay temas que directamente es mejor no tocar. Hay muchas familias peleadas y a estas alturas del partido el pacto tácito es "de eso no se habla".
Me pregunto ¿cómo se llegó a estos extremos? ¿desde cuándo es democrática la intolerancia, el desdén burdo hacia la idea distinta, el oscurantismo barato que cataloga y divide a personas, empresas o instituciones entre "los buenos" y "los malos"? Sin medias tintas, sin posibilidad de defender una parte de, sin debates con análisis en profundidad.... Pareciera que en la Argentina de hoy la tendencia es a todo o nada. Amigo o Enemigo, así, empezando con Mayúsculas. 

¿Acaso por eso el campo va camino de ser solo soja transgénica made in Monsanto, que dueña y señora ya del inmenso territorio pampeano arrasa ahora los bosques irrecuperables del Chaco?
¿Tal vez sea esa la razón que me induce a decir con la boca pequeña que los carriles bicis de la Capital Federal me parecen una buena iniciativa (porque el que la gobierna es de derechas, y por ende malo malísimo, imposible afirmar que algo de lo que él haga esté bien..)
¿Acaso me tengo que sentir casi traicionando a la Patria por haber ido a comer a un bodegón sospechoso de no estar a favor de la política del partido gobernante?
¿Esto es una democracia o una guerra sorda, otra vez?
¿Dónde quedó la libertad de expresión, amigos?
....
No sé, pero es de las cosas que más me chocan de esta nueva Argentina.
Esto y el nivel al que ha llegado la propaganda visual, que me recuerda como un chicotazo en la cara a dos países bien diversos en los que estuve: Cuba y Jordania. Políticamente incorrecto poner a Fidel, Camilo y el Che al lado del Rey de Jordania, no lo niego. Pero el efecto que me producen las imagenes les juro por mis libros de Cortázar que es la misma.
Y es que en la Argentina de hoy las estampas repetidas hasta el hartazgo son cuatro: Perón, Evita, Cristina y Néstor.
Y lo siento, no lo puedo evitar y espero que nadie se ofenda, pero a mi personalmente me impresiona. 
El culto a la imagen de una persona nunca fue lo mío..y de cuatro, menos...
Y entonces no puedo evitar preguntarme más cosas,
¿Qué tipo de educación basada en héroes y villanos que parecen salidos de un cómic de Batman defendiendo a la ciudad Gótica se le está dando a las generaciones que vienen?
¿De qué se va alimentar la población in crescendo en un país que dedica cada vez más y más hectáreas a un monocultivo de exportación, dejando sin trabajo a los pequeños y medianos agricultores? ¿Vamos a endeudarnos para comprar comida por haber dejado de producirla??
¿Qué tipo de país se construye desde una democracia que pareciera no saber vivir sin enemigos a quien disparar continuamente en lugar de fomentar la diversidad de pensamiento?

Ahora que es tan triste hablar de cómics y de intolerancia, me parece que no le vendría mal a la sociedad un poquito de reflexión. Pero como acabo de escuchar hace un rato, si se sigue fomentando la "arrogancia de la certitud", estamos jodidos....